Enzo Larosa, vicepresidente de la Vecinal Los Aromos, visibilizo la situación que preocupa profundamente a los vecinos de este barrio ubicado sobre la Ruta 9, entre Funes y Roldán: los reiterados cortes de luz que afectan la calidad de vida y el trabajo diario de quienes habitan en la zona.

La problemática, si bien no es nueva, se ha intensificado notablemente en los últimos meses, especialmente desde el verano. Según explicó Larosa, hay jornadas en las que se registran hasta tres cortes de energía en un solo día, situación que no solo genera malestar, sino que provoca daños en electrodomésticos y dificulta, e incluso imposibilita, el trabajo remoto de muchos vecinos. “Hay personas que han visto arruinadas sus computadoras, sus heladeras. La vida diaria se vuelve inviable”, afirmó.

Frente a esta realidad, la Vecinal decidió organizar una asamblea abierta, en la que participaron numerosos vecinos, entre ellos abogados e ingenieros, con el objetivo de redactar un documento legal que obligue a las autoridades a dar respuestas concretas. “No estamos hablando de política partidaria. Estamos hablando de un reclamo ciudadano que necesita una conducción política, institucional, seria”, expresó Larosa.

Además, apuntó directamente a la Empresa Provincial de la Energía (EPE), calificando su funcionamiento como “caducado” y señalando la falta de especialistas en su conducción. “Está manejada por cargos políticos, no por expertos en energía”, criticó.

Como alternativa, la Vecinal también comenzó a promover la instalación de paneles solares, no como reemplazo total, sino como un recurso complementario que permita descomprimir la demanda energética. Algunos vecinos ya han adquirido e instalado sus propios sistemas. “No podemos seguir esperando que todo lo resuelva la EPE. Tenemos que buscar soluciones concretas”, aseguró.

Por otro lado, Larosa también destacó una iniciativa comunitaria con motivo del Día de la Bandera: invitar a todos los vecinos a vestir sus hogares de celeste y blanco. El objetivo es recuperar el sentido de identidad y pertenencia nacional, fomentar el respeto por los símbolos patrios y fortalecer el vínculo entre vecinos. “Una bandera en la puerta, una escarapela, un gesto simple pero significativo, puede ayudarnos a reconstruir el tejido social”, concluyó.

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