Stella Maris Kennes, presidenta de la Asociación Civil Padres Autismo Roldán, compartió la angustiante experiencia que vivió su familia durante la Nochebuena, a raíz del uso masivo de pirotecnia en su barrio. A pesar de la ordenanza municipal que prohíbe esta práctica en Roldán, los estruendos alteraron profundamente a su hijo Fran, quien tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Según relató, la noche del 24 comenzó tranquila en su vecindario, pero minutos antes de la medianoche, algunos vecinos encendieron cohetes y bombas de alto impacto. “Fran estaba disfrutando la espera de Papá Noel, pero esas explosiones lo devastaron. Entramos a casa y cerramos todo, pero el daño ya estaba hecho. Intentamos regularlo, pero estaba tan alterado que se golpeaba contra la pared o se autoagredía. Pasamos horas intentando calmarlo», contó Stella.
La situación se extendió durante el 25 y recién en la madrugada del 26 Fran pudo descansar. «Es agotador física y emocionalmente. Esto no solo nos afecta a nosotros, sino también a los animales, bebés y muchas otras personas. Mi hija menor también sufrió, aunque pudo refugiarse con auriculares», añadió.
Para evitar revivir este escenario en Año Nuevo, la familia decidió viajar a las montañas de Córdoba, donde no se utiliza pirotecnia. Sin embargo, Stella lamenta que esta sea la única solución: “Hace nueve años que vivimos esto. No es justo tener que dejar nuestra casa y nuestra ciudad por la falta de empatía y control. Deberíamos poder celebrar en paz aquí”.
Sobre la respuesta del Estado, Stella señaló la necesidad de mayor fiscalización y sanciones económicas contundentes. «El problema principal son las personas que desconocen la ordenanza, como los turistas que alquilan casas y no son informados. Aunque se está trabajando en las denuncias y en la comunicación, la Guardia Urbana debería estar más presente», reclamó.
Stella cerró la entrevista con un llamado a la reflexión: “Es fundamental seguir concientizando. No podemos normalizar que las familias se vean obligadas a escapar de su hogar para vivir unas fiestas tranquilas. Necesitamos empatía y un compromiso real de la comunidad y las autoridades”.