Marcelo Molina permanece desaparecido, dejando tras de sí una serie de eventos llenos de incertidumbre y confusión que han marcado profundamente a su familia. Según relata Cristian «Kita» Barrera, cuñado de Marcelo, la historia de su desaparición está ligada a una cadena de engaños que comenzó hace tres años, cuando Marcelo estableció contacto virtual con una mujer cuya identidad y relatos han sido puestos en duda con el tiempo.

Marcelo, conocido en la región por su labor como paisajista en barrios privados de Funes, comenzó una relación virtual con esta persona, quien aseguró ser hija de un empresario dueño de un Super y enfrentarse a serias dificultades económicas. En su afán de ayudarla, Marcelo realizó varios préstamos, lo que lo involucró en una serie de trámites judiciales relacionados con una supuesta herencia. La mujer, además, le habría pedido ayuda en repetidas ocasiones, incluyendo la cesión de bienes y el pago de funerales para personas que, más tarde, se descubrió estaban vivas.

La desaparición de Marcelo desató la preocupación inmediata de su familia, especialmente porque, según ellos, mantenía una comunicación constante con sus hermanas Silvia y Erika. Sin embargo, en los días previos, su forma de comunicarse cambió, generando dudas y sospechas. Tras una serie de investigaciones, se constató que varias personas relacionadas con los hechos están detenidas, y las versiones en torno al caso siguen generando más preguntas que respuestas.

“Nos queda mucha incertidumbre, pero detrás de esto hay mucha mentira”, expresó Kita, quien también agradeció el apoyo de la comunidad y pidió mantener la esperanza de encontrarlo con vida. La Fiscalía continúa trabajando para esclarecer los hechos, aunque hasta el momento no se ha confirmado el paradero de Marcelo ni las circunstancias exactas de su desaparición.

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