Ornella, una joven de 23 años y usuaria frecuente del tren, compartió su preocupante experiencia en una entrevista reciente con Radio Mañana. Durante la conversación, reveló que había recibido un mensaje inapropiado y perturbador de un número desconocido, el cual la contactó a través de un grupo de WhatsApp relacionado con los trenes. El remitente le ofreció dinero a cambio de servicios sexuales, una situación que ha generado miedo y frustración en la joven.
Ornella explicó que utiliza el tren regularmente, viajando tres veces por semana desde su hogar hacia su lugar de trabajo en Funes. Aunque se siente segura en su rutina diaria, esta experiencia le ha hecho replantearse la seguridad de viajar sola en horarios nocturnos y de madrugada, especialmente porque no sabe si el acosador es un pasajero frecuente.
«Estoy en un grupo oficial de WhatsApp donde los guardas del tren informan sobre las novedades del servicio. Un día, recibí un mensaje de un número desconocido ofreciéndome 20.000 pesos por acostarme con él. No sé quién es, ni cómo obtuvo mi número» relató Ornella, visiblemente afectada por la situación.
A pesar de informar a los guardas del tren sobre el incidente, quienes le mencionaron que este tipo de situaciones ocurren ocasionalmente en el grupo, Ornella no recibió una solución concreta. Ante esta situación, decidió tomar precauciones adicionales, como pedir a su novio que la acompañe a la estación cuando le sea posible.
Ornella también expresó su frustración con el sistema de transporte y el costo de alternativas como el colectivo, que es considerablemente más caro que el tren. «Viajando en tren gasto unos 20.000 pesos al mes, pero si tuviera que usar solo colectivos, el costo se dispararía a más de 100.000 pesos. Eso es insostenible» añadió.
Finalmente, la joven señaló que, a pesar del miedo, no tiene otra opción que continuar utilizando el tren para ir a trabajar. «Es frustrante y da miedo, pero no tengo otra alternativa. Necesito el tren para trabajar» concluyó.
Este caso subraya la importancia de la seguridad en los espacios públicos y en las plataformas digitales, especialmente en grupos de comunicación compartidos. Las autoridades y los operadores de transporte deberían tomar medidas para prevenir este tipo de acoso y proteger a los usuarios, especialmente a las mujeres que viajan solas.