Tras un 2024 lleno de logros y crecimiento, el Club San Lorenzo de Roldán mira con ilusión hacia un 2025 cargado de nuevos proyectos deportivos y sociales. Rodrigo Suárez, director deportivo del club, compartió los avances realizados y los ambiciosos planes para el futuro.

«Este año fue clave para reacomodarnos estratégicamente», señaló Suárez, destacando que el club logró importantes avances en infraestructura, como la recuperación de la iluminación de las instalaciones. Además, fortalecieron su estructura organizativa con una comisión más sólida que permitió consolidar el trabajo realizado en los últimos años.

Entre los planes para el nuevo año, Suárez destacó la incorporación del club a la Liga Cañadense con ocho categorías, un paso significativo que permitirá a más chicos competir en torneos de mayor nivel. «Esto nos da la posibilidad de integrar a los jóvenes de Roldán y las localidades vecinas, fomentando la formación deportiva y social», comentó.

El club también tiene en marcha una obra de gran magnitud: la construcción de nuevos vestuarios para deportistas y árbitros, una zona exclusiva que reemplazará al actual gimnasio. Este proyecto, que demandará una inversión considerable, cuenta con el apoyo de padres y empresas locales, además de eventos como rifas y ventas de empanadas que ayudan a financiar las mejoras.

Con aproximadamente 350 chicos en sus filas para el 2025, el Club San Lorenzo continúa apostando por la formación integral. Para ello, ha incorporado profesionales de alto nivel, como Pipa Biman y su equipo técnico, que aportarán experiencia y conocimientos al desarrollo de los juveniles. Además, el club mantiene un enfoque en los valores sociales, apoyando a las familias que enfrentan dificultades económicas con becas y cuotas accesibles. «Queremos formar no solo buenos deportistas, sino también buenas personas», enfatizó Suárez, recordando que la esencia del club es trabajar por y para los jóvenes de Roldán.

El club anunció que las pruebas para nuevos jugadores comenzarán el 20 de enero, especialmente para categorías mayores como las nacidas entre 2010 y 2012. Además, se sigue trabajando en expandir los espacios disponibles para que todos los chicos puedan disfrutar de las actividades deportivas. Desde patín hasta fútbol, San Lorenzo se consolida como un espacio de crecimiento y aprendizaje. «El club es como una segunda casa, un lugar donde formamos comunidad», concluyó Suárez, agradeciendo a todos los que hacen posible este proyecto.

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