Ayer, la comunidad de Roldán recibió una noticia que llenó de tristeza a todos: el fallecimiento del Dr. Héctor «Toto» Boubilá. Reconocido por su profesionalismo y calidez humana, Toto dejó una huella imborrable en quienes tuvieron la fortuna de conocerlo.

En homenaje a su memoria, Susana Córdoba de Escalante, médica, colega y amiga cercana, compartió emotivos recuerdos sobre la vida y legado del querido doctor en una entrevista radial.

«Lo conocí hace muchísimos años, cuando era amigo de mi esposo. Con el tiempo, nuestras familias estrecharon lazos que nos unieron no solo en lo profesional, sino también en lo personal», relató Susana, recordando los proyectos que emprendieron juntos, como la creación de un espacio médico que más tarde se convertiría en la Clínica Imar.

El Dr. Boubilá fue un pionero en su tiempo. «Era un profesional brillante, dedicado y siempre dispuesto a servir a la comunidad, disponible las 24 horas, los 365 días del año», destacó Susana, evocando la cercanía y el compromiso que caracterizaban su labor médica.

Además de su capacidad profesional, Toto será recordado como un amigo incondicional, cuya humanidad trascendió los consultorios. «Fue un hombre excepcional. Junto a mi esposo y otros colegas, compartimos sueños y desafíos que nos marcaron para siempre», agregó.

Con la nostalgia de haber perdido a un compañero invaluable, Susana expresó su gratitud por los momentos vividos y aseguró que el recuerdo de Toto perdurará en quienes tuvieron la dicha de compartir su camino.

En palabras finales, Susana resumió el sentimiento colectivo: «Se fue un amigo, pero su legado seguirá vivo en cada rincón de nuestra comunidad».

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