En el barrio Alto Residencial, se vivieron días de conmoción tras el hallazgo de los cuerpos de Rocco y Tango, dos perros comunitarios muy queridos por los vecinos. Romina D’Alessandro, vecina del barrio, relató los hechos que llevaron a esta lamentable situación.

Todo comenzó cuando Romina fue alertada por su hija sobre la presencia de un hombre sospechoso merodeando su domicilio con una garrafa en mano. Este individuo, quien resultó ser un albañil trabajando en una obra cercana, ingresó a la vivienda, robó pertenencias y huyó. Más tarde, mientras seguían buscando a los perros desaparecidos desde días previos, un fuerte olor en los alrededores del barrio llevó al hallazgo de los cuerpos de los animales, arrojados en la obra en construcción. La evidencia apunta a que fueron sacrificados para facilitar el robo.

Romina presentó las denuncias correspondientes y expresó su indignación por la falta de medidas contundentes para detener a los responsables. Denunció también que en la zona ya se habían registrado otros robos vinculados a trabajadores de la misma obra. Estos, tras los incidentes, dejaron de presentarse en el lugar y actualmente se encuentran prófugos.

La vecina remarcó la importancia de alertar a la policía ante cualquier movimiento sospechoso y de verificar los antecedentes de quienes trabajan en obras en los barrios. También destacó la necesidad de un sistema de justicia más eficaz, ya que los delitos de este tipo suelen ser excarcelables, dejando a los vecinos en una situación de indefensión.

Con un llamado a la solidaridad y a la vigilancia comunitaria, Romina agradeció el apoyo recibido por parte de vecinos y amantes de los animales, quienes ayudaron en la búsqueda y ahora la acompañan en su dolor. Finalizó su testimonio con un reclamo para que hechos como este no queden impunes y sirvan como un llamado de atención sobre la inseguridad en la zona.

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