Susana Orellano, hermana del músico y comunicador Daniel Orellano, compartió recuerdos profundos, íntimos y conmovedores sobre quien fuera una de las voces más queridas de la 92: Revivió momentos que pintan con calidez la figura de su hermano, no solo como artista, sino también como hijo, hermano y amigo.

“Mi casa paterna fue una caja de música”, citó Susana, recordando las palabras de Daniel con una sonrisa melancólica. La imagen de esa casa vibrante, llena de instrumentos, ensayos y jóvenes entrando y saliendo, fue el escenario donde Dani creció y se formó, aprendiendo de su padre el amor por la música y la exigencia por el detalle. “Papá era muy detallista con la música. Dani aprendió eso y lo llevó siempre con él”, recordó.

Pero más allá del talento musical, lo que más resalta en el relato de Susana es el espíritu alegre y generoso de Daniel. “Compartía poco tiempo con nosotros por su trabajo nocturno, pero cuando bajaba a almorzar o a una peña familiar, era el hombre más feliz del mundo”, contó. Con ternura, recordó su risa contagiosa, su capacidad para contar historias y su manera de hacernos reír incluso en los momentos más simples.

Durante la entrevista, también hubo lugar para descubrir facetas menos conocidas. Dani estudió varios años de abogacía, con una memoria prodigiosa. “Yo le grababa los textos en cassette y él los memorizaba solo escuchándome. Era brillante”, dijo Susana, quien acompañó muchos tramos de su formación. Sin embargo, el destino lo llevó por otros caminos. “Yo renegaba en silencio cuando dejó la carrera, porque él era un prodigio para todo lo que se propusiera”, confesó.

El vínculo con Daniel sigue presente de múltiples formas. La familia mantiene un pequeño altar con flores y fotos, y cada tanto visitan el cementerio o celebran misas en su nombre. Pero para Susana, su hermano está mucho más cerca. “Él siempre está. Lo sentimos en cada canción, en cada recuerdo. Incluso cuando vi moverse las hojas del libro con su imagen en un escenario en Mar del Plata, sentí que él estaba ahí. Fue una sensación fuerte, pero hermosa.”

El homenaje también permitió agradecer a la radio, a los colegas, y a toda la audiencia que mantiene vivo el recuerdo de Dani con sus mensajes, sus pedidos musicales y sus historias compartidas. “Me emociona mucho saber que hay gente que lo recuerda con tanto cariño. Todos tienen una historia con él.”

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