Esta tarde, en el Paseo de la Estación, se llevará a cabo una clínica de conducción destinada a motociclistas, una jornada teórico-práctica organizada por el Observatorio Vial de la provincia, en conjunto con el municipio local. La actividad estará a cargo de Sebastián Kelman, director de Formación y Comunicación del Observatorio, quien destacó la importancia de fortalecer la seguridad vial en un contexto preocupante por el alto número de siniestros que involucran motos en la provincia de Santa Fe.

Según los relevamientos del Observatorio, entre el 50 y el 53% de las víctimas fatales en accidentes de tránsito son motociclistas, y la cifra se eleva al 67% cuando se trata de lesionados graves. Estos datos reflejan la urgencia de implementar políticas activas de prevención y formación. En este marco, la provincia ya ha desarrollado clínicas de conducción en 33 ciudades, orientadas principalmente a conductores de motos de baja cilindrada, que representan la mayoría de los casos de siniestralidad.

Kelman explicó que las jornadas tienen una duración de tres horas y combinan teoría con prácticas esenciales, como la frenada de emergencia, la gestión de la mirada, la postura, el uso correcto del casco y otros elementos de seguridad. “Buscamos formar conductores más conscientes y responsables, promoviendo una convivencia vial segura y empática”, señaló.

La actividad está dirigida especialmente a jóvenes y trabajadores que utilizan la moto como medio de transporte o herramienta laboral. Los asistentes deberán concurrir con moto, licencia y casco, y podrán inscribirse a través de los canales oficiales del municipio. Al finalizar la jornada, se realizará un canje de cascos viejos por nuevos, garantizando así una protección adecuada.

El funcionario subrayó también la necesidad de fortalecer los controles viales y de promover la responsabilidad individual. “El Estado puede acompañar y controlar, pero el principal responsable es el conductor. Debemos entender que la moto es un vehículo vulnerable y que cualquier descuido puede tener consecuencias irreversibles”, advirtió.

Kelman resaltó que el uso del casco ha alcanzado niveles cercanos al 90% en algunas ciudades gracias a la combinación de control, educación y concienciación. Asimismo, insistió en que las motocicletas deben circular en condiciones óptimas, con luces, frenos y neumáticos adecuados, especialmente en rutas donde la visibilidad y el tráfico pesado aumentan el riesgo.

La clínica busca no solo brindar herramientas prácticas, sino también cambiar hábitos y generar una cultura de respeto en el tránsito. “Conducir una moto no es como andar en bicicleta. Requiere técnica, atención y compromiso. Hay que disfrutar de la moto, pero con responsabilidad”, concluyó Kelman, agradeciendo la participación ciudadana y el acompañamiento de los medios en la difusión del mensaje de seguridad vial.

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