El pasado domingo 15 de diciembre, un niño de 11 años fue atacado por un pitbull en calle Laprida al 500, en el barrio Arrabal de Roldán. El incidente ocurrió cuando el menor jugaba a la pelota en la calle y fue a buscarla a la vereda de enfrente, momento en que el perro salió por un portón abierto y lo agredió.
María, más conocida como Taty, abuela del niño, relató los detalles del episodio que dejó al menor con heridas profundas que requirieron cirugía. «Él luchó con el perro, me decía: ‘Abuela, menos mal que estoy estudiando boxeo’, porque le dio golpes para que lo soltara. Fue una situación desesperante», contó.
El niño sufrió lesiones significativas en la parte baja de la nalga y el muslo. Según los cirujanos, las heridas eran profundas y grandes, por lo que fue necesario intervenirlo quirúrgicamente en el Hospital Italiano de Rosario, luego de una primera atención en el Samco local.
“Los médicos dejaron parte de las heridas abiertas para permitir que drenen las impurezas. Está bajo tratamiento con antibióticos y todavía se encuentra en estado de shock», añadió su abuela.
Taty destacó que los dueños del pitbull, vecinos del barrio, actuaron con responsabilidad tras el incidente. «Ellos se hicieron cargo de los gastos médicos y siempre han sido buenas personas, pero lo que ocurrió no debería repetirse. Esto ha causado un daño psicológico muy grande en mi nieto», afirmó.
El ataque ha generado preocupación en la comunidad y reavivado el debate sobre la tenencia responsable de mascotas. María expresó su deseo de que se tomen medidas para evitar que este tipo de incidentes se repitan en el futuro. Mientras tanto, el niño se recupera en casa rodeado del apoyo de su familia.