Un accidente fatal ocurrido en una obra de construcción en Roldán ha puesto nuevamente en el centro del debate la seguridad en el ámbito laboral. Un albañil y electricista perdió la vida al recibir una descarga eléctrica mientras realizaba sus tareas, un hecho que abre la discusión sobre las condiciones de trabajo en este tipo de entornos.
Hernán Angiolini, arquitecto especialista en Higiene y Seguridad en la construcción, brindó su perspectiva sobre este delicado tema. Destacó que los accidentes en la industria de la construcción no son aislados, sino que se producen con frecuencia debido a la precarización del trabajo y a la falta de concientización sobre los riesgos.
«La construcción es una de las industrias con mayor siniestralidad», expresó Angiolini. Según él, uno de los problemas principales es que los riesgos se relativizan, tanto por parte de los trabajadores como de los empleadores, lo que conduce a una alta tasa de accidentes, muchos de ellos fatales. Angiolini también subrayó que la normativa actual, aunque existente, es insuficiente y no siempre se cumple de manera efectiva, especialmente en obras pequeñas o medianas donde los controles son escasos o inexistentes.
El arquitecto hizo hincapié en que los problemas van más allá de la falta de recursos. «El costo para garantizar la seguridad, como por ejemplo la instalación de un tablero eléctrico en condiciones, no es tan elevado, pero existe una falta de predisposición para hacerlo», explicó.
También se refirió a la necesidad de una mayor capacitación y concientización desde los niveles más básicos del sistema educativo. «Debería ser obligatorio que los estudiantes de secundaria salgan con conocimientos sobre seguridad e higiene, así como de reanimación cardiopulmonar (RCP)», sugirió, argumentando que esta formación básica podría salvar vidas en situaciones de emergencia.
En este contexto, la tragedia ocurrida en Roldán es un llamado de atención para toda la sociedad. A pesar de contar con normativas vigentes desde hace décadas, como la ley de higiene y seguridad del trabajo, la falta de aplicación y control adecuado sigue poniendo en peligro a miles de trabajadores.
La entrevista finalizó con una reflexión sobre la importancia de la prevención. «Nosotros no queremos hablar de accidentes consumados, sino de cómo prevenirlos», señaló Angiolini, instando a los empleadores, sindicatos y al gobierno a trabajar en conjunto para mejorar las condiciones laborales y evitar más tragedias como esta.
Este accidente pone en evidencia la urgente necesidad de mejorar la seguridad en las obras y de concientizar a la sociedad sobre los riesgos que se corren al no seguir las normativas vigentes.